Anulación de la ley de Caducidad

¡Primera etapa ganada!

La fuerza del movimiento social, surgido desde abajo, cinchando desde las entrañas de la sociedad, enfrentado la incomprensión, el ninguneo, de buena parte de la izquierda política y los intereses de los poderosos y conservadores se impuso. La Coordinadora Nacional por la Nulidad, entrego el viernes al Presidente de la Asamblea General 340.000 firmas. Tendremos plebiscito, la democracia directa permitirá en octubre barrer del ordenamiento jurídico la ley caduca.

El jueves 23 de abril desde Costa Rica el presidente de la República se pronunció, su toma de posición que se hizo esperar servirá para abordar la segunda etapa, permitirá mejorar el “encolumnamiento” de las fuerzas militantes progresista. De haber llegado antes hubiese sido una contribución decisiva para la primera etapa, hubiese permitido levantar ambigüedades, aventar ciertas retrancas.

Anular la ley de caducidad es una tarea democrática esencial, debe convocar a todos aquellos que han estado y están contra la impunidad, a todos quienes condenan al terrorismo de estado, a todos quienes creen en la verdad y la justicia.

Será necesario ampliar y mejor las posibilidades militantes de la Coordinadora, que tal vez tenga que transformarse en una gran Comisión Nacional, (como la del voto verde), donde confluyan organizaciones sociales, sindicales, políticas y personalidades, para trabajar dentro y fuera del país.

Para ganar en octubre necesitaremos de todos, del PIT-CNT, FUCVAM, FEUU, de las organizaciones sociales, de los organismos de Derechos Humanos, de las fuerzas democráticas, y especialmente de la izquierda política.

El FA tendrá que ensobrar la papeleta , sus dirigentes y candidatos tendrán que ponerse al hombro esta campaña, colocado en sus agendas políticas y discurso el tema. La militancia de base, l el frenteamplismo de a pie, estará como estuvo desde el 2008 en la recolección de firmas. El FA tiene que ser un motor en serio y decisivo para la victoria. El tiempo de las vacilaciones, del amague a la defección ya fue superado, ahora sin cálculos todos a acometer la tarea.

Las firmas están, sí nos quiere escamotear o dilatar el acceso a la democracia directa, habrá que hacer jugar los mecanismos constitucionales que permitan hacer respetar la voluntad popular, los votos para la anulación parlamentaria, si es necesario, tendrían que estar.

Eduardo Aparicio